martes, diciembre 11, 2007

............Última Escena


Es nuestra última noche,
me rehúso a gastarla en la almohada.
Prefiero caminar junto a vos por La Habana.
Gastar nuestros últimos pasos.
Mañana otro día será: regresarás a tus letras.
Olvidarás a quien una vez
pretendió robarte una sonrisa.

Caminaremos por el malecón sin prisa.
Dejando atrás la ilusión de un amor fugaz,
tan lejano como nuestras vidas.
Retornaré al escenario,
el telón caerá con la última estrella.
Nos diremos adiós para siempre.
En unos días no recordarás mi nombre.

La rutina aniquilará cualquier recuerdo.
Te evocaré en mis días solitarios,
vestida de drama o de comedia.
Un día despertaré de este letargo.
Me preguntaré qué hubiese
sido de nuestro destino, si hoy robara ese beso,
el mismo que sin más, has guardado para otro día.

lunes, noviembre 26, 2007

Argumentos a favor


No es amor, lo sé.
Porque la facultad de amar la extravié,
ignoro en qué lugar y en qué momento;
sólo sé que no está más.
Aunque a veces sospecho
que nunca existió tal…
Que han sido sólo ilusiones,
unas más intensas quizás,
pero falaces igual.

Mi príncipe de ensueño
extravió el camino,
jamás vino a mi encuentro.
Triste niña buena sin recompensa:
en este mundo sólo halló
traición, dolor y soledad.
Hipotecadas desde hace tiempo
están mis ilusiones,
la cotidianidad ganó la justa.

No es amor, lo se.
Y sin embargo, en sus ojos
algo he reconocido, algo genuino, sin par.
Las palabras están de más.
Sus labios no las precisan…
Veo sus ojos e intuyo lo que
su alma quisiera gritar:
que me necesita más allá de este tiempo
y de la distancia que hoy nos aleja.



domingo, noviembre 25, 2007

Querida amiga I


Querida amiga,

Ha regresado. Luego de años de espera, de ilusiones frustradas, de versos tristes y agónicos… regresó. Al leer sus líneas volvió el dolor, se hizo poco a poco más contundente; imágenes de un pasado de desengaño, de desesperanza, de saberlo tan quimérico y a pesar de todo, quererlo junto a mí.

Las lágrimas nublaron mi lectura, quise romper en mil pedazos su cínico saludo, pero únicamente fui capaz de lanzarlo a la basura.

Esa noche la tristeza fue profunda, recordé entre otras cosas las eternas horas de espera de aquella última cita, que jamás encontraron ocaso; las tristes copas de cristal; el empolvado etiqueta negra; la ilusión de estar a su lado una vez más…la gélida antecámara a mi soledad.

Ha regresado. Pregunta cómo he estado yo, mi familia, mi trabajo y mi profesión. Ha dicho que le encantaría tener noticias mías, hablarnos por teléfono y poder verme un día. Reclama también por qué me he alejado y por qué he partido sin él.

La mañana siguiente mi primer pensamiento fue suyo. En mi pecho aún yacía prisionero un último suspiro, ahogado entre la extenuación de la noche anterior y mis sábanas; pero rehusaba a salir. Recogí de la basura nuevamente sus líneas, leyéndolas una a una. Casi podría recitarlas ahora y suponer sus intenciones.

La soledad conspiró contra mí esa mañana: le he respondido. Le he contado cómo está mi vida ahora, más el orgullo no me permitió decirle que sigo sola, que me ha costado estar sin él… que jamás imaginé que volvería.

viernes, noviembre 23, 2007

Viernes day


Hay días en los que sin un motivo en particular te sientes inmensamente triste. Son de esas tardes en que el frío se hace más profundo, la oscuridad se nos viene encima y de repente nos da la sensación de que quisiera devorarnos. Te ves al espejo sin realmente observarte. Te pones el saco marrón, te envuelves en la bufanda, y sales más lentamente que de costumbre. Pareciera que intencionalmente demoras tu partida.

Te despides con una mueca que pretende parecerse a una sonrisa. Y sales. El frío te persigue por toda la avenida, pero sucumbe a tu indeferencia. Distingues entre el tráfico una cara conocida. Presurosamente esquivas los vehículos y cruzas atrás del suyo. Luego continúas sin volver la mirada. Te detienes en un cajero automático. Te molesta la conversación del remedo de niña rica delante tuyo: botas, falda a cuadros, chaqueta. “Gorda espantosa” te dices. Y sin querer su conversación telefónica interrumpe tus cavilaciones. Presume de sus compras navideñas, y no para de hablar mientras retira su dinero. Por fin se va y te da el chance de sacar los cien quetzales para tus gastos de fin de semana. Retiras tu dinero y caminas presurosa. Alguien se acerca a ti. Es la cacatúa con botas de nuevo. Parece preguntarte si “terminó su operación” antes de que empezaras la tuya. Su egocentrismo te termina de enfadar. La ignoras con obvia intención, y la dejas atrás.

Sorteas otros cuantos vehículos y llegas sin presteza a la parada. Te sientas tranquilamente segura de que la espera será larga. Se acerca el primer bus. Pacientemente observas como los pasajeros luchan por subirse. La mayoría se va y parece que queda un espacio en el último escalón. La comodidad de tu butaca no te permite correr y ocuparlo. Tres minutos más. Viene el segundo: para tu desilusión trae suficiente espacio para los pocos que aún esperan. El viaje transcurre sin mayores interrupciones. La noche ha cubierto el horizonte. Sigues caminando sin premura. Por la calle sólo te acompañan los mismos pasos tristes. Delante tuyo observas a tu propia sombra, tan triste y solitaria como tú. Las mismas seis calles de cada día, la misma gente y su bullicio. Idéntica escena, idéntico entorno… la única disímil pareces ser tú.

martes, noviembre 13, 2007

........ Reflejos de Luna




Luna,
Luna distante:
¿Existirá un mañana?
Infinita demora…extraño destino.
Aguardo.

Luna,
Luna solitaria:
¿Me seguirá pensando?
Sus versos he olvidado…
Titubeo.

Luna,
Luna madura:
¿Cumpliré mi promesa?
Esta confusión me abruma…
Sollozo.

Luna,
Luna celestina:
¿Entregas mi mensaje?
Recuérdame siempre…perdona si
fallo.

jueves, noviembre 08, 2007

...... Forastero ......



Creció verde, creció fresco,
sin auspicio, sin guía.
Creció fuerte, creció sano,
sin abono, sin podar.

Creció triste, creció sólo;
entre mengua, entre maleza.
Creció parco, creció sombrío;
entre cemento, entre sarro.

Y creció a pesar de brotar:
entre pisoteos, entre mierda…
Y está a pesar de no deber estar,
en un contexto que no es el suyo.

Y sigue porque debe seguir,
anónimo, incluso ridículo.
Y aguarda porque debe aguardar,
sereno, hasta su otoño…

lunes, octubre 22, 2007

...... Pequeño Poeta ......


Hubo una primera vez…
no fue cuando te vi,
fue cuando al fin te conocí.
Estabas allí… Azorado,
irrumpiendo en mi abstracción,
en este soliloquio,
que ya se ha hecho eterno.

Tus versos revelaban un amor novicio,
como el que una vez dejé partir.
Me hablaban de aprensión,
de temor a no ser equivalido.
Desde tu furtiva guarida
describías cada uno de mis gestos,
mis movimientos…mi soledad

Cortésmente agradecí tus coplas,
te supliqué que no compusieras más.
Me despedí para siempre:
la primavera perdí hace tiempo,
y aunque lo quiera, jamás volverá.
Pequeño poeta, mi impulsivo pretendiente,
un día, el mundo te venerará.

La siguiente tarde por fin te acercaste,
tus ojos lo confesaron de inmediato.
No fueron tus palabras,
sino la forma en que me viste;
esa franca mirada te evidenció.
Los días yacían fundidos bajo el sol caribeño,
el tiempo apremiaba, y tus deseos aún más.

Por un beso me ofreciste un día:
un rayito de sol, un reflejo de luna,
y el verde del arco iris.
Jamás advertiste que desde aquella primicia,
me obsequiaste: el calor de tu sonrisa,
el brillo de tus ojos de miel,
y aquel verde guijarro.

miércoles, octubre 17, 2007

......Será en diciembre......


Me ves,
buscas mis ojos,
procuras hacerme sonreír.
Instintivamente… te esquivo.

Preguntas,
respondes sin yo cuestionarte,
fraguas mil argumentos.
Deliberadamente… te evado.

Te quedas,
me esperas,
inventas mil excusas.
Incautamente… te dejo partir.

Aguarda un poco…
Consérvalo intacto…
Gélidos serán los días de diciembre,
y los venideros, más aún.

En diciembre,
seguiré sin ver tus ojos,
pero si buscas los míos;
aún empapados, te verán sin desdén.

En diciembre,
no pretenderé respuestas,
pero si encuentras argumentos;
silente incluso, buscaré tu abrigo.

Dulce y amargo diciembre:
sin remedio me deparas soledad.
Cierra tus ojos y aguarda.
Al volver… me quedaré a tu lado.

Lóbrego diciembre,
cuánto te espero… Difícilmente
encontraré felicidad luego,
su “te quiero” en mi oído, lo habrá valido.

viernes, agosto 24, 2007

martes, julio 03, 2007

......Encuentro Nocturno

Sigiloso… Temeroso de este inmenso y voraz mundo.
Ciertamente emergió de alguna infame grieta,
soslayando el impecable enlosado de tan selecta estancia:
ciudadela del glamour y la lisonja,
devotos del despilfarro, en eterna pleitesía al plástico.

Huyendo del pasado, dudando del futuro,
rasgando cada segundo de esta interminable noche,
transcurrida entre mil y un pasos… y mi espera.
¿Por qué abandonás tu refugio?
¿Por qué te enfrentás solitario a la apatía colectiva?

Con repugnancia lo descubro, observo su correteo,
temiendo que busque refugio en mis extremidades.
Luego cavilo sobre la inútil manera en que este bicho,
arriesga la célebre obstinación evolutiva de sus antecesores.
En cualquier momento morirá aplastado, me digo.

La oscuridad madura, el frío también…continúo esperando.
Hordas ávidas de júbilo, embotellado en etiqueta negra.
Escotes y tacones puntiagudos se acercan presurosos,
recordándome al diminuto polizón, quien justo ante mis ojos,
es aplastado sin compasión…pobre y triste insecto, me digo.

El morbo me impide ignorar a la infeliz criatura…
Busco entre los miles de pasos, y para mi asombro, allí sigue.
Pareciera de pronto, haberse tornado en ortóptero,
sagazmente esquiva cada pisoteo…
¿Será más fuerte su dolor, o su instinto?

Una llamada me distrae: diez minutos más, promete…
Intento entretenerme en otra cosa: la manada de uniformados,
jugando a escoltas de viajeros; la legión de niños danzantes:
ebrias marionetas en boga, con identidad calcada…
De reojo observo sus agónicas piruetas… Pronto acabará, me digo.

Cuanto más intento obviarlo, más me inquieta:
su fragilidad me conmueve, pero más lo hace su tesón.
Fraguo alguna forma de ayudarlo, percatándome luego,
de mi risible idea: rescatar al más inmundo de los seres.
Aborto entonces una misión, que sólo inició en mi mente.

Pronto la espera habrá valido por cada segundo invertido.
Unas pocas copas y una melodía añeja me llevarán al pasado.
Unas pocas lágrimas se refugiarán en su hombro,
Intentaré fumar hasta la última pena… incluso quizás la del bicho.
No buscaré pasión, ni caridad… sólo su fiel compañía.

sábado, junio 02, 2007

...... Homicidio Culposo ......


Mil astillas en el pecho…
Ojos que quisieran jamás haber sido testigos,
pasos que quisieran retroceder… nunca haber llegado.
Mi amor y mi amiga…mi amiga y mi amor.

La imagen se reproduce incesante en mi mente,
la analizo una y otra vez…pistas, móviles, culpables.
Apologizo y condeno…Condeno y apologizo.
Las pruebas son contundentes.

Mil astillas en el pecho…
Rompecabezas indescifrable es mi corazón,
homicidio culposo es el fallo, pero no logro comprender,
si ha muerto…¿por qué continúa doliendo?.


domingo, mayo 27, 2007

......Literatura barata......


Gerardo me guardó como un libro más en su estantería,
en el enésimo peldaño yazco confinada al desuso,
su ausencia es mi capítulo inconcluso,
y su regreso, mi más nostálgica utopía.

Por algún tiempo distraído estuvo en mi lectura.
Él ignoraba mi ilusión de ser algún día,
la musa que a su inspiración acudiría,
en instantes de razón o de excéntrica locura.

El roce de su piel hoy es sólo añoranza,
impregnado en cada página llevo su tacto.
Extrañarlo hasta la muerte parece ser mi pacto,
y olvidarlo un poco cada día, mi esperanza.

Literatura barata en sus manos, parezco haber sido,
una efímera lectura en su selecta biblioteca infiltrada,
y aunque indeleble sigue su rúbrica en mi portada,
no soy más que una insulsa fábula destinada al olvido.

domingo, abril 15, 2007

........Entelequia

Traté fallidamente de memorizar tu rostro, intuyendo mi efímera estancia en otro viaje onírico, del que recién iniciaba a retornar. Quería ser capaz de reconocerte, de ocurrir algún día, un encuentro casual en una realidad no muy lejana. De repente y sin desearlo, abrí los ojos, y lo había olvidado.

Intenté en vano reconstruir aquella imagen tuya, pero con osada malicia, mi mente configuró algunos rostros ya conocidos; empero, aún conservo aquella sensación de nuestro primer encuentro, suficiente para evocarte cuando el cosmos revele un tiempo y un lugar oportunos.

Absurdamente, algunas veces he creído advertir esa idéntica impresión de aquella quimérica aventura; sucedió por la calle que conoce mis pasos, cuando la postrera flor de ese otoño calló justo sobre mi hombro; o cuando el viento trajo hasta mí una veintena de esporas que caprichosamente se fueron enredando en mi cabello; también me ha pasado algunas noches al contemplar el firmamento…

Lo siento casualmente ahora, y de repente hace tanto frío, que el cuerpo siento congelar. Sin poder evitarlo, me estremezco, y me pregunto si sos vos de nuevo, si otra vez pasas por mi vera a visitarme, profanando esa ley divina, la misma que un día te alejara de mí, antes que llegase a conocerte.

lunes, febrero 19, 2007

......Tributo postergado......


Mamá Dolores guardó sus mejores galas para otros tiempos,
un cajón atesora el sutil carmín que otrora engalanara sus labios,
junto a dos pares de aretes de ficción y una bolsa de mano amarilla.
Exiguos son hoy los fieles testigos de aquellos días,
jornadas de permanentes, amigas y zapatillas,
mocedades matizadas en blanco y negro en algún domingo;
frente al lago de Amatitlán, o en el Parque Centenario.

Mudó sus minifaldas por vestidos sobrios,
fraccionó su vida en tres: tres almas y sus bocas.
Negoció sus abriles entre lavados, planchados y mil quehaceres,
entregó al astro rey aquella lejana y blanca tez;
a cambio de una más parda y dos manos marchitas.
Su cuerpo cedió a las huellas que le heredó el tiempo,
y su corazón se revistió de orgullo materno.
.
.
***Mi santa madre es la de la derecha, la más chaparrita ;o) esta foto fue tomada entre 1967 y 1970, en Amatitlán.

martes, febrero 13, 2007

......Revelación......


Que por qué te he olvidado,
preguntan tus ojos sin hacerlo.
Lo inquieren igual tus ademanes,
sin poder evitarlo.
Por fin lo hacen también tus labios,
sin lograr contenerse.
Y me cuestionás así de fácil,
cual propietario absoluto
de la que hasta ayer fuera
una vida dedicada sin mengua a vos.

No es mi corazón quien te responde,
porque en él no inspirás ya
sentimiento alguno, y ha delegado
esa función a mi cabeza.
Es entonces su juicio el que confiesa,
que ha decidido desertar
a los cangrejiles pasos,
que hasta hace dos inviernos
me llevaron inexorablemente a tu mar,
del que por fin me he emancipado.

domingo, febrero 04, 2007

......Inventario......

Hoy se me ocurrió revisar algunas cosas más o menos importantes, entre ellas estaba mi corazón, que desde hace rato no me molesta con necedades. Antes solía ser una víscera bastante quejumbrosa: extrañaba, anhelaba, o dolía, simplemente había llegado yo a ser el blanco de su más mínimo capricho.
'
¿Qué necesidad tenía yo de aguantar sus excentricidades?
'
Poco a poco y sin que él pudiera notarlo, le fui cediendo menos atención, un día lo escuchaba, acordaba obedecerlo, y lo hacía, pero a medias. Al siguiente no lo escuchaba, fingía estar ocupada y le prometía: será mañana.
'
Realmente ha sido fácil engañarlo… es tan crédulo.
'
He llegado al extremo de no recordar su existencia, y él por su lado, parece haber sucumbido a mi indiferencia. Y es que haciendo este escrutinio, me llamó la atención una tenue lucecita apenas visible justo en su centro, así que me acerqué para ver de qué se trataba.
'
Empty, se podía leer en el pequeño indicador.

domingo, enero 21, 2007

.............Lamento SiDeRaL



Neneco perdió a su estrella mientras dormía, al despertar se sintió confundido, y creyó que seguía soñando, pues nunca pensó que algo así sucedería, si su estrella siempre fue tan dichosa iluminándolo en cada paso. Aunque para sí a veces pensaba, que no la merecía, pues era tan perfecta… Ella iluminó su vida desde que apareció, fue por su luz que él abandonó la lobreguez que por años lo mantuvo cautivo. Por ella se convirtió en noctámbulo y olvidó sus manías suicidas, cada día escribía versos antes de dormir, para dedicárselos al anochecer.

Neneco ignora que Estrellita, lo observa desde hace tiempo, la conmueve su tristeza y las lagrimas que derrama por su querido astro. Una noche se acercó sigilosa y pudo ver así su taciturno corazón. Notó que era noble y sincero, luego se acercó un poco más, y estando frente a él vio sus ojos, entonces comprendió su inminente destino, y sin más preámbulo resolvió quedarse junto a él. Trató de consolarlo, pero no escuchó su voz, trató de brillar con más fuerza, pero su llanto opacó su por demás débil resplandor. Dispuso pues, dar tiempo a que sus heridas sanaran.

El orbe continúa en su eterna danza con el astro rey, Neneco enciende cada día una vela a su fugitiva amada, busca la intercesión de toda deidad planetaria y ruega que ella vuelva a su lado. Hace mil promesas, cumple novecientas, diezma, ama a su prójimo… Desespera.
Acusa a los cielos de enviarle una maldición por su oscuro pasado. Estrellita permanece fiel a su misión, siempre callada, siempre aguardando, a veces las nubes no le permiten verlo, pero su vigilia continúa. Escucha sus lamentos, implora al cosmos por su alma, porque su dolor se disipe, porque alguna vez note su presencia y por qué no?… porque un día la ame.

Estrellita ya no ilumina las noches como tantas veces solió hacerlo, el dolor ha mermado sus fuerzas, y cada vez siente más baldía su existencia en este vasto universo… Desespera . Pide al infinito le permita ser libre,
marchar a otras latitudes, pero en realidad, espera ayudar a su querido mortal. Convertida en estrella fugaz cruza el firmamento, y lo ve por última vez, segura de que entonces la verá y pedirá un deseo: el regreso de su estrella.

Neneco deambula con la mirada más triste y perdida del mundo... Salta inerte al abismo.

El cuerpo sin vida de un hombre es encontrado debajo del puente, una tectita es su lecho, no hay explicación para su deceso, no hay rasguños ni heridas, sólo un corazón desecho.

viernes, enero 19, 2007

Añeja esperanza




Cada mañana un encuentro,
y en cada encuentro la misma rutina,
siempre de pié en la misma esquina.
Cuarenta y pico de años, traje azul raído,
zapatos impares… Sin nombre, sin apellido.

Hoy es solo un guiñapo implorante,
y nunca falta un caminante,
que a su causa decida socorrer.
Poco le interesa ya comprender
cómo aquel óbolo llega día a día.

Vivir es solo un sueño, que a veces sueña,
en el que ya no es más una brizna dentro de la maraña,
sino un ser dilecto y respetado,
alguien que aspira y respira,
y quien siempre será recordado.

Fenecer es solo cuestión de tiempo,
cualquiera, incluso él, conoce su fatal destino.
Ignora cuándo, pero sabe cómo encontrar el camino,
la ruta al sempiterno exilio, a su ya no estar.
Titubea… ¡Cómo extrañará no sentir más ese añejo en el paladar!

Un arco iris surca el cielo en esta nublada alborada,
nadie advierte su fugaz presencia, todos marchan ensimismados.
El traje azul raído y los zapatos impares, ahora yacen empapados,
la lluvia ha ganado la batalla… La misma esquina ya no lo es más,
sólo el alba fue testigo del reencuentro con su amada.


lunes, enero 15, 2007

......Coincidencia......

Compartimos una misma luna,
pero distantes son nuestras sendas,
sendas que una vez se cruzaron,
en clara rebelión contra el destino,
quien sabiéndonos tan lejanos
abandonó su vigilia en la decimoséptima noche.

Distintos nuestros quehaceres,
vos con tus magníficos discursos,
tus cátedras, tus incisivos juicios.
Yo con mi lucha diaria por descubrir
quién soy en realidad,
por abandonar de una vez por todas
esta minusvalía mental que me aturde y me paraliza
y me hace cómplice de mi propio homicidio.

Pretéritos son ya tus labios,
que sabían a doce años, a tabaco y a compañía.
Lejana es ya tu piel,
que ha conocido mil pieles más,
que sabe de roces exactos, de detalles, de perfección;
de amores y desamores, de olvido y traición.

Seis metros cuadrados ocupó una vez nuestro puerto,
escasas fueron la noches y madrugadas
que en aquel mar compartimos.
Quinientas millas hoy nos separan,
y una prole y una costilla, y mil cosas más.
Sin embargo continúo en nuestro mismo puerto,
bajo nuestra misma luna, esperando a que
el destino descuide nuevamente su vigilia,
y que entre la polaridad que nos abruma,
podamos por fin en la enésima noche, coincidir.