Es nuestra última noche,
me rehúso a gastarla en la almohada.
Prefiero caminar junto a vos por La Habana.
Gastar nuestros últimos pasos.
Mañana otro día será: regresarás a tus letras.
Olvidarás a quien una vez
pretendió robarte una sonrisa.
Caminaremos por el malecón sin prisa.
Dejando atrás la ilusión de un amor fugaz,
tan lejano como nuestras vidas.
Retornaré al escenario,
el telón caerá con la última estrella.
Nos diremos adiós para siempre.
En unos días no recordarás mi nombre.
La rutina aniquilará cualquier recuerdo.
Te evocaré en mis días solitarios,
vestida de drama o de comedia.
Un día despertaré de este letargo.
Me preguntaré qué hubiese
sido de nuestro destino, si hoy robara ese beso,
el mismo que sin más, has guardado para otro día.
incluso sentí la brisa. la del mar, calmo y tibio, arruinándole el peinado a Ana, con su blusa escotada y su falda blanca, casi transparente, incluso de noche.
ResponderBorrarUn aroma, un sabor… el viento, cualquier recuerdo que aún resida en el recoveco más profundo de la mente, puede transportarnos inmediatamente a ese preciso instante. Puede que hoy no tenga más sentido, pero por algún motivo sigue allí…indeleble. Me encanta ese personaje tuyo: Ana, quien posiblemente nunca te leerá (creo que era algo así). Saludos!
ResponderBorrarpasé a saludarte. cuando publicas?
ResponderBorrarHola, gracias por pasar. He andado completamente "fuera de órbita" los últimos meses. Creo que ya estoy mejor, y tal vez uno de estos días la inspiración decida darse una vuelta por este espacio...de verdad espero que así sea. Abrazos!
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